Antes del nacimiento de Adara recordaréis que acudí a la inauguración de la tienda Lush de Bilbao y en ella compré dos productos, uno de ellos como adivinaréis por el título es una mascarilla fresca.
La verdad es que durante el embarazo con eso de no poder usar muchos productos terminé usando muy poca cosa, eliminando de mis rutinas un montón de cremas, mascarillas, esmaltes y demás que tanto necesitaba para colorear un poco mi vida.
Y fue allí donde conocí y probé varias mascarillas que no sabia si probármelas en la piel o comérmelas a bocaos de los olores tan ricos que desprendían .
Mascarilla facial fresca de Lush |
Algo que me obsesionó durante el último trimestre es que me veía la piel algo apagada, así que cuando me la probaron en la mano y me dijeron que iluminaba, no me lo pensé dos veces, ¡tenía que probarla!