Es un hecho,
los bebés me persiguen, que no es que lo piense yo, es que en cuestión de 4 meses he tenido 3 nacimientos cercanos y en este tiempo he tenido que buscar detalles para los mismos, dos hombrecitos y una mujercita.
Y siempre surgen las mismas conversaciones que se empiezan a volver rutinarias sobre cuantas veces le dan el pecho, cuantas veces se despiertan por la noche, si es muy llorón, la ropa que ya no le cabe (o que le viene enorme), sobre los chupetes, los pañales, irritaciones... Y es entonces cuando me sorprendo contestando algunas dudas y dando información sobre tetinas, biberones, lociones, pomadas, infusiones y mil historias más, que ni me había dado cuenta que sabía... ¡Y eso que no sé casi nada!
Y si, es que desde que colaboro con
Nonabox empiezo a saber algo del tema (ya me lo dijiste Judith), vamos, que ya hace un año y medio me sorprendía cuando nació mi sobrina Abril de las cosillas que iba sabiendo, pero es que hace una semana me quedaba ojiplatica explicando cosas sobre las tetinas y los chupetes y sus formas anatómicas.